17 octubre 2006

El regreso a Lima

Ayer volví a Lima, después de 20 horas metido en un bus, cansado pero satisfecho. He cumplido todos los planes que hice del viaje. Me he vuelto a alojar en la Casa del Mochilero, en Miraflores, donde me trataron muy bien, y esta vez me recibieron con un abrazo. Esta ya es como mi casa en Perú, jeje. En Miraflores ya ando de memoria, muy cómodo.
El día lo dediqué a hacer llamadas y concretar el asunto de la ONG, para ver a una niña que mi prima María tiene amadrinada aquí. Todavía estoy a la espera...
Por la tarde me fuide compras, y ya tengo muchos regalitos, solo que pequeños, porque lo grande no lo puedo llevar, con toda la pena, pues hay cerámicas preciosas y tejidos de mil modelos. También muchas joyas de plata, pero esas no las llevo por las pelas. No son caras, la verdad, pero estoy al final del viaje, ya con lo justo.
Por la noche me reencontré con Fiore, y fuimos a un mercado gigante llamado Polvos Azules, no me digas porqué. El caso es que allí hay de todo, y muy barato, casi tirado. Me compré una mochila enorme por 10 euros, una colonia de marca por 9, y un doble CD por 1. No hace falta decir que casi todo es falso, pero la policia hace la vista gorda, incluso vigila la zona.
Luego cenamos y me fuí a descansar. He dormido de lujo. Estaba destrozado del viaje, y se notó. Ahora he estado paseando y desayunando frente al mar, ya despidiendome. Me queda poco aquí, y lo pienso aprovechar.

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