26 abril 2010

El gusanillo viajero

Lo siento en mi estómago, si. He pasado tres días en Asturias visitando lugares maravillosos. La mayoría de las veces el paraíso está más cerca de lo que pensamos. Y si, el gusanillo sigue ahí, no cambia. Sigo teniendo las mismas sensaciones y la misma ilusión por hacer mi gran viaje. Ya he dado otro paso más, y de los importantes: dejar el trabajo. En estos tiempos parece de locos dejar un trabajo indefinido, pero lo he hecho, primero por mi felicidad, pero también por mirar más lejos, por no conformarme, por no estancarme en el mismo sitio para siempre.

En estos últimos meses siento que he mejorado mucho con la fotografía, que es la más reciente de mis grandes pasiones. Me lo estoy tomando en serio y veo la evolución. Me siento feliz, y al mismo tiempo pienso en las fotos que podré hacer en el viaje.

El resto de ideas siguen como siempre, con una base sólida y unos detalles difusos que se irán definiendo con el tiempo, pero dejando un sitio amplio a la improvisación. No se puede ir a hacer un gran viaje queriendo cumplir con el horario perfecto.