18 octubre 2006

Lurín y la ayuda humanitaria

Esta mañana contacté con Global Humanitaria, una ONG con la que mi prima María tiene amadrinada una niña. Me fueron a recoger al hostal, y en una hora estabamos en Lurín. Gustavo, de la ONG me fué explicando por el camino el trabajo que hacen, muy interesante. Aportan ayuda alimentaria, escolar y sanitaria, básico en la vida de los niños, y de lo que carecían. Muchos niños han sufrido desnutrición, y con ellos enfermedades y un desarrollo deficiente, y la ONG trabaja en erradicar esto, y en educar y concienciar a las familias.
Al llegar a Lurín te encuentras con cerros frente al mar, un bonito sitio para una urbanización, pero no, esto no es eso. Aquí la luz llegó hace poco, y no a todos los sitios. No hay agua corriente ni alcantarillado. Tienen letrinas y viven en "casas" que nosotros llamamos chabolas, con madera, cartones... los más afortunados tejados de uralita metálica.
Noemí es la niña que amadrina mi prima. Vive en San José de Lurín, y su familia es encantadora, concienciada con la importancia de la educación, y colaboradores con la ONG desde su humilde casa, llena de amor y respeto. Aquí son un modelo a seguir, pues otras familias no tienen la suerte de estar unidas, por desgracia. A mi me trataron como un rey, y me invitaron a comer, cosa que acepte encantado. El lugar es muy pobre, pero el trato amable compensa las carencias que tiene la casa. Tuvimos una conversación muy agradable y variada, y la niña me enseñó sus trabajos en el cole, además de ser la mejor de su pueblo con un instrumento tradicional: la zampoña. He disfrutado muchísimo con esta experiencia, me he sentido un privilegiado, y si, estoy hablando de comer en una chabola con gente muy pobre, pero son ricos en otras cosas, y todos debemos aprender a valorar lo que tenemos alrededor, pues esta gente sin tener nada te regala sonrisas y cariño, que son gratis y a veces lo olvidamos.
Tengo dos contactos en la agenda por si algún día siento la necesidad de regresar aquí para otra aventura: colaborar con la ONG para ayudarles en su trabajo y seguir aprendiendo. Y otra cosa, he visto con mis propios ojos que el dinero llega, lo cual es gratificante.

17 octubre 2006

El regreso a Lima

Ayer volví a Lima, después de 20 horas metido en un bus, cansado pero satisfecho. He cumplido todos los planes que hice del viaje. Me he vuelto a alojar en la Casa del Mochilero, en Miraflores, donde me trataron muy bien, y esta vez me recibieron con un abrazo. Esta ya es como mi casa en Perú, jeje. En Miraflores ya ando de memoria, muy cómodo.
El día lo dediqué a hacer llamadas y concretar el asunto de la ONG, para ver a una niña que mi prima María tiene amadrinada aquí. Todavía estoy a la espera...
Por la tarde me fuide compras, y ya tengo muchos regalitos, solo que pequeños, porque lo grande no lo puedo llevar, con toda la pena, pues hay cerámicas preciosas y tejidos de mil modelos. También muchas joyas de plata, pero esas no las llevo por las pelas. No son caras, la verdad, pero estoy al final del viaje, ya con lo justo.
Por la noche me reencontré con Fiore, y fuimos a un mercado gigante llamado Polvos Azules, no me digas porqué. El caso es que allí hay de todo, y muy barato, casi tirado. Me compré una mochila enorme por 10 euros, una colonia de marca por 9, y un doble CD por 1. No hace falta decir que casi todo es falso, pero la policia hace la vista gorda, incluso vigila la zona.
Luego cenamos y me fuí a descansar. He dormido de lujo. Estaba destrozado del viaje, y se notó. Ahora he estado paseando y desayunando frente al mar, ya despidiendome. Me queda poco aquí, y lo pienso aprovechar.

15 octubre 2006

Despidiendo Puno

Ya me estoy despidiendo de esta ciudad. No es muy bonita, pero la he recorrido comprando regalos, y eso lo hace mas agradable, jeje. Hoy domingo hay celebraciones especiales, esta el ejercito desfilando por las calles, con banda de musica y todo, es muy curioso y bastante comun en el resto de ciudades, son muy patriotas los peruanos.
He montado en tricitaxi, de los pocos transportes que me faltaban. Es una experiencia, es una bici de tres ruedas, tiene 2 asientos delante para pasajeros, y el sillin atras del pobre taxista. Digo pobre porque Puno esta al lado del lago, pero en ladera, osea, que para abajo muy bien, a toda caña, pero cuesta arriba no veas que palizas se dan. Encima cobran menos que un taxi, asi que pobrecillos, me daba hasta palo montarme en uno, pero aqui es muy comun este transporte, lo usa mucha gente, y es bastante efectivo. Cuando es cuesta abajo es imposible llegar tarde, cuesta arriba es otra historia, a veces se tienen que bajar y empujar, es un poco inhumano.
Por lo demas ninguna novedad, salvo que he cogido un bus bastante curioso a Lima, ya que es una paliza no hay que escatimar, y prefiero ir comodo. Les habia por la mitad, pero mi espalda no esta para muchas fiestas a estas alturas, asi que voy en bus cama con comida y todo incluido, falta la piscina, pero es mucho pedir, jaja.
Mañana estoy en Lima, tengo cosas que hacer alli, asi que ya descansare en España, y mama, vete preparando una tortilla para el dia 20, por favor...

14 octubre 2006

El Lago Titicaca

¡He vivido algo inolvidable! Acabo de llegar del Lago Titicaca y necesito contarlo, jeje. Madrugué el jueves para coger el barco hacia las islas de los Uros. Estas islas son artificiales, flotantes, ya que este pueblo, cansado de recibir ataques, no se le ocurrió mejor idea que refugiarse en las aguas del lago. Y allí viven desde hace siglos. Hablan aymara o quechua, depende de la isla. Las islas son pequeñas, hechas a base de totora, que son juncos. Les dejan secar y van poniendolos en el suelo, bastante a menudo, pues se pudren y se hunden. Las casas también son de juncos, y viven de la pesca y la venta de tejidos. Yo no pude resistirme y compré algún recuerdo.
Cuando vas pisando por las islas parece que tus pies se hunden, pero en realidad parece bastante seguro. La gente es muy amable, y desde hace poco tienen luz eléctrica gracias a placas solares.
Después de visitar dos islas, volví al barco y después de 3 horas, llegué a la isla de Amantaní, una pasada de sitio, apartado del mundo, en medio del Titicaca. El alojamiento es en casas de familias de la isla, y a mi me tocó con una familia joven, compuesta por Valerio y Patricia, un matrimonio muy joven, y sus hijitas; María y Tania, de tan solo 5 meses. Como viajo solo me juntaron con JC ("Yeisi" en idioma pucelano), un estadounidense de 38 años que también viaja solo. El tío muy majete, nos hemos caido muy bien, y hemos hablado mucho.
A la hora de comer Patricia nos sirvió comida tradicional: sopa de quinua con verduras, y papas con huevo cocido, todo muy sencillo pero correcto. Allí estabamos a 4000 metros de altura, y no tienen coca, pero tienen muña, una planta aromática muy buena para combatir el mal de altura y el dolor de cabeza, así que a tomar mates de muña a todas horas. Estaba muy bueno.
Después de comer subimos a lo más alto de la isla, al templo de Pachatata, ya que aquí no son católicos, y tienen religiones tradicionales. Allí arriba me quedé hasta que se hizo de noche, me fuí el último, me sentía genial.
Bajé a cenar con JC, sopa de maíz y arroz con papas y huevo revuelto, aquí no hay mucho donde elegir, y más mate de muña. Después nos esperaba una fiesta tradicional andina, así que nos prestaron un pocho para combatir el frio... unas risas. Las chicas iban mucho más guapas, la verdad. Allí nos tocó bailar, o más bien hacer el indio (nunca mejor dicho, jeje), porque hay que ser andino para saber moverse al ritmo de la zampoña y las quenas y demás instrumentos.
Después de esto nos fuimos a descansar. Para ponerse en situación, tengo que decir que es un pueblo sin agua ni luz, ni calles, ni caminos, ni coches, por supuesto. La cena a la luz de una vela, andar por la "calle" con linternas, y todo así, una gozada. Hay gente que estaba incómoda, pero es que son la leche, si ya saben donde van. Si quieren lujos que se vayan al mejos 5 estrellas.
Por la mañana amanece muy pronto, antes de las 5, y es una gozada mirar por la ventana y ver el Titicaca, enorme.
Desayunamos pan serrano con huevo y mate de muña, y nos despedimos de la familia. Les dejé unas galletas y algo de dinero, y cogimos el barco hacia Taquile, a una hora de allí, pero diferente, con turismo, restaurantes, etc... Estaba bien, pero después de los vivido en Amantaní, no se puede comparar.
Allí pasamos unas horas antes de partir para Puno, otras 3 horas y pico de barco. Si estoy montando en todo. Hay por aqui unos bicitaxi que todavia me faltan, pero tiempo al tiempo... jeje.
Esta experiencia para mi va a ser inolvidable, ya no solo por lo vivido en las islas, sino porque he conocido mucha gente maja, unas mujeres españolas, el americano J.C., la croata Alenka, Dieck y Anika de Alemania... de todo el mundo había gente. Estoy muy satisfecho en ese aspecto, pues al viajar solo me obliga de alguna manera a aparcar la timidez y hablar y conocer gente, y es muy interesante, se aprende muchísimo.

13 octubre 2006

Puno y Sillustani

En la noche viajé a Puno desde Cuzco. El viaje un peñazo, y me tocó una señora gorda al lado que ocupaba su asiento y parte del mío, así que casi voy de pegatina al cristal todo el camino, pero bueno, llegué vivo. A las 5:oo de la mañana me alojé y me metí a dormir hasta las 10. Me sentó de lujo, pues el viaje fué incomodísimo.
Por la mañana salí a conocer Puno, a orillas del Titicaca, una ciudad normalita, pero que es la capital del folklore del Perú, famosa por ese motivo. La ciudad en si no tiene nada destacable, salvo una catedral barroca normalita. Hice unas llamadas y unas compras, y contraté una excursión para la tarde para ir a Sillustani, que es un pueblo a 33 km de aquí.
Sillustani es famoso por unas torres funerarias que tiene en unos cerros. Empezaron siendo enterramientos, y fueron evolucionando hacia el exterior, convirtiendose en época de Tiahuanaco en grandes torres, y alcanzando la máxima perfección técnica con los incas, como siempre. La más grande mide 12 metros y es impresionante, y tiene grandes sillares tallados en forma circular, todo un virtuosismo, que tios.
Lo que no me ha gustado es que el guía no tenía ni puta idea. Decía cuatro bobadas y no se complicaba. Le pregunté dos cosas y me intentaba eludir. Me jode mucho que pongan a un bombero de guía, aunque el tío era majete y no tiene la culpa, pero no solventó mis dudas, y yo pagué por llevar un guía. Cuando no dice eso de: "¿alguna pregunta?", para mi ya está todo dicho, no quiere complicaciones porque no tiene ni idea.
Después de ver esto fuimos a una casa tradicional de la zona, de piedra y barro, donde vive gente como hace 500 años, sin agua, ni luz, ni las comodidades que conocemos. Se notaba que estaba un poco montado para el espectáculo, pero aún así me ha gustado mucho. He comido cebada tostada, y estaba de lujo. Nos han enseñado como tejen, como viven, los útiles de la vida cotidiana... muy bien. Y luego un tío ha hecho un lanzamiento con honda inca, y ha mandado una piedra lejísimos, no se calcular metros, pero imposible hacerlo a mano.
Y por hoy es todo. He llevado ropa a lavar y poco más. Mañana madrugo para coger un barco a las islas del Titicaca, y haré noche con una familia aymara en la isla de Amantaní, así que bien, es lo que quería. Estaré incomunicado dos días.
Cambiando de tema. Ayer estaba en un ciber donde tambien vendían excursiones. Llegaron unos mochileros argentinos, y les pidieron 170 dolares por ir a Machu Picchu como yo lo hice. ¡Yo estaba flipando! Me gasté como 30 dólares en total. Ellos huyeron, lógico, y yo salí a buscarles, hasta que les encontré, me presenté, y les conté como llegué a Machu Picchu y todos los enlaces. Los tios, muy majetes, empezaron a llamarme San Diego, ¡que boludos! Jaja, estas cosas son las que molan de los viajes. Nos despedimos y me dieron las gracias y me desearon mucha suerte.

12 octubre 2006

Ollantaytambo

Hoy me levanté con aires nuevos. El sitio no era muy bueno, pero dormí de lujo, más que de costumbre en los últimos días. Me levanté a las 8:00, desayuné y me fuí a coger el bus a Urubamba, y de ahí en combi (record, 20 personas en una furgoneta) a Ollantaytambo, lo que me quedaba de ver del Valle Sagrado. Menos mal que he ido, pues me ha gustado mucho. Las ruinas incas no solo son Machu Picchu, y sinceramente, creo que Machu Picchu no es el mejor yacimiento inca de los que he visto. Es sin duda el más espectacular por su emplazamiento, por su misterio, porque está en la ceja de selva, la vegetación, la fauna... si, la fama es merecida, pero como joyas arquitectónicas me han gustado más otras, como Ollantaytambo o Sacsaywaman, por poner 2 ejemplos. Ollantaytambo es un pueblo actualmente habitado, es decir, como Cuzco, hay casas que estan hechas por los incas, al menos en parte. Además en los cerros de al lado hay terrazas y las mejores construcciones. Hay una parte que es espectacular. Unas enormes rocas talladas y unidas entre sí mediante otras más pequeñas, todo ello encajado con suma perfección a presión, imposible de moverse. También hay rocas talladas en la propia montaña. Son rocas sagradas, divinidades que los incas adoraban y a las que rendían culto y dedicaban sacrificios. No hace falta decir que hice unas cuantas fotos al detalle, jeje.
En Ollantaytambo se observa el culto que los incas rendían al agua, un dios más que les permitía sobrevivir. Hay agua por todas partes, por canales y fuentes preciosas, una sobre todo, con la cruz inca labrada en ella.
Disfruté durante una hora, solo que, como en todos lados, esta lleno de gente, y a veces agobia, así que volví para Urubamba, y de allí a Cuzco, donde llegué a comer. El resto del día no pienso hacer nada, que las piernas las tengo destrozadas de tanta caña esta semana, así que a ver si me recupero, que me queda el Lago Titicaca como despedida.

11 octubre 2006

Odisea en los Andes

Hoy siento que he tirado un día a la basura, aunque no todo ha sido malo. Me levanté a las 5:00 para caminar hacia Ollantaytambo, pero habia mucha policia en la vía, y no quiero problemas, así que me acorde del "más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer", y me fuí por donde llegue a Aguascalientes. Empecé a caminar a las 5:30, y al rato vi al colibrí, algo que todavía no habia conseguido, y me hizo mucha ilusión. Una hora después paré a descansar. Iba un poco mosqueado porque un tío iba detrás mío, así que dejé que me pasara. Cuando llegó a mi altura se paró a saludarme, le ofrecí unas galletas y nos presentamos. Era Leonardo, trabajador de Machu Picchu, un chaval muy majo que me hizo el trayecto muy ameno y me acompañó hasta Santa Teresa. Además me cruzó en la oroya, que es algo que da bastante miedo, así que no pude hacer menos que invitarle al desayuno, que aquí no son como allí. Un plato hasta arriba de tallarines con carne, cebolla y tomate, y para pasar las migas un café, jaja. No veas como comen aquí, será para empezar el día fuerte. Yo no pude con mi plato.
Leonardo me enseñó cosas sobre Machu Picchu y su trabajo, y también sobre el Perú, política y algunos significados del quechua. El tio habla castellano y quechua, como mucha gente aquí. También me comentó una historia dramática de la zona, y es que hace unos años El Niño destrozó el valle donde nos encontrabamos, llevandose vias del tren, caminos, cultivos y pueblos. Y pude observar el viejo pueblo de Santa Teresa completamente destrozado, una pena. Murió gente, y arrastró un tren con 5 vagones. Los pasajeros huyeron a las montañas y estuvieron 2 días sin comer ni beber hasta que fué un helicóptero. Lo dicho, un drama. Ahora la zona renace poco a poco, a duras penas.
Me despedí de él y le di el mail. Lo malo es que en Santa Teresa tenía que coger una furgoneta que tardó en salir dos horas, así que allí me tomé una cerveza mientras observaba las curiosidades del mercado. Al principio me iba a tocar el loco del conductor que me llevó, pero al final me tocó un viejete muy majo y también bastante loco, como todo chofer por aquí, jeje. Nos llevó cagando leches por los precipicios, que pude observar mucho mejor con la luz del sol. Llegué a Santa María y ¡qué suerte! Justo pasaba el bus a Cuzco, mi destino. Subo, y tras dos horas de camino, llegamos a un corte en la carretera. Hora y media de espera por culpa de unas obras. Avanzamos media hora más, y otro corte. Otra media hora de espera. Por fin pasamos, terminan las obras, y va y se estropea el bus, algo del eje trasero, justo debajo mío. ¡Qué bien! En los Andes, entre glaciares, a 4800 metros de altura, de noche, y con un frío del copón. Ya no me corté un pelo, saqué el saco de dormir y tan a gusto. Cuando lo medio arreglaron seguimos el camino, que rollo, y que largo. Aquello metía un ruido y unos chasquidos en las curvas que daba miedo, pero llegamos vivos a Cuzco, tras 9 horas metido en el bus. Em total me levanté a las 5 de la mañana y llegué a Cuzco a las 11 de la noche, una odisea para recorrer algo más de 200 km. El paisaje merece la pena, y Machu Picchu también, así que he intentado mirarlo desde ese punto de vista, porque si no dan ganas de pegarse un tiro con estas cosas.
Me he alojado en un sitio distinto, más barato y sin las 100 escaleras que había que subir en el otro, al lado de la plaza de armas, así que genial.

09 octubre 2006

Machu Picchu

¡Hoy he cumplido un sueño! Madrugué y a las 5:30 ya estaba en marcha. Me llevó una hora la dura ascensión, por escalones de granito enormes, cada uno de un tamaño. Pero estaba arriba. Al entrar no se ve nada, pero subes otros escalones y de repente aparece Machu Picchu, imponente, en un lugar increible, mágico. La mañana estaba nublada, con nieblas que se agarraban a las montañas, y no se veia Huayna Picchu, la montaña que se ve al fondo en las típicas fotos. Me dirigí allí, a ascenderla. Es una hora de ascensión muy dura, pero ya tengo piernas, y no podía dejar pasar la ocasión.
A las 8:15 estaba allí arriba. Para mi gusto de lo mejor del día, pues subí tan temprano que no había nadie, solo 2 japoneses muy majos y yo. Así que me quedé allí disfrutando, aunque Machu Picchu solo se veia a ratos, cuando se movian las nubes, pero es que se veían muchas otras cosas interesantes: pájaros, paisajes... de todo. Hasta se veía gran parte del tramo que hice caminando el día anterior para llegar a Aguascalientes. Más tarde empezó a llegar mucha gente y me bajé, que no me molan las aglomeraciones, y la cima es muy pequeña, además, que siempre hay algún gilipollas gritando o molestando.
Vi el yacimiento sin prisas. En total pasé 5 horas arriba, una gozada, hasta que sobre las 10 empezó a llenarse de gente, con buses subiendo continuamente, y aquello ya empezó a parecer el circo, lleno de domingueros y tal. Así que busqué un lugar tranquilo, lo mas alto posible, y me senté media hora, relajado. Pero llego un momento que ni allí se estaba a gusto, así que decidí bajarme poco a poco.
Macchu Picchu es una gozada, sobre todo su emplazamiento. Por suerte nuestros antepasados españoles no lo encontraron, y se conserva muy bien, porque si llegan allí hubieran hecho el castillo del Conde de Machu Picchu o algo por el estilo. Es una pena que se cargaran tantas cosas buenas de este pais, también me da vergüenza ver que los alemanes y los americanos han hecho más en un siglo, que los españoles en 5, pero bueno, al menos podemos aprender de esto. También es molesto que se llevase los honores del descubrimiento un arqueólogo americano, cuando en realidad eran algunos indígenas quechuas los que conocían el lugar, y él solo fué llevado hasta allí, pero pasó a la historia y esta su nombre por todos los sitios. Hasta el tren mas lujoso lleva su nombre.
Llegué abajo casi una hora después, empezaba a llover, y cuando llegué al hotel comenzó una tromba de agua bien fuerte, ¡que suerte he tenido! Y de paso, que se jodan los domingueros de arriba, jaja.
Me di una ducha y salí a comer. Encontre un buen sitio no muy caro, y me puse morado, para reponer fuerzas. La carne de alpaca esta muy buena, y no tiene nada de grasa. En el restaurante conocí a un chaval muy majo peruano, un limpiabotas. Era muy joven y quiere ir a España, Charlamos un rato y me informó un poco sobre la ruta que posiblemente haga mañana, caminando 30 km. hasta Ollantaytambo.
El resto del día ha llovido bastante, a ratos, así que me he dedicado a descansar, pues mañana será duro también. A partir de entonces, la última semana espero que sea más tranquila.

08 octubre 2006

Sufriendo hasta Aguascalientes

Definitivamente, hoy ha sido la mayor aventura de mi vida. Comencé ayer a las 8:00 p.m. cogiendo un bus en Cuzco hacia la selva, para bajarme en Santa María. Atravesé el puerto Abra de Málaga, de 4800 metros. Habia luna llena y se veia la profundidad del valle, y brillaban las cumbres nevadas de los Andes, muy bonito. Como siempre, incapaz de dormirme, 7 horas después llegué a mi destino. Alli cogí un combi, esperando una hora hasta que salió hacia Santa Teresa, por un camino peligrosísimo y un conductor todavía más loco que el del Colca. He descubierto que mascan hoja de coca para no dormirse, y los tios estas esquizofrénicos, parace que les han metido un petardo en el culo, y hacen todo a lo bestia, poniendo en peligro a los pasajeros. Aún así, llegamos vivos. A las 7 tomé un cafe con leche y un bocata de queso, y el tío del restaurante me explico donde coger la oroya (tirolina) para cruzar el río y comenzar la marcha. Menuda movida, llegué a la oroya y habia 6 peruanos esperando. Alguien dejo mal la cuerda, y la cesta para cruzar estaba al otro lado y no se podia recuperar. Al rato una mujer al otro lado cruzo a pulso en la cesta, todo un mérito, y ya teníamos la oroya. Cruzaron dos viajes, y en el tercero fuí yo, con dos peruanos y un perro, todos en una cesta de un metro cuadrado o algo menos... adrenalina pura que dura 15 segundos, colgados a toda caña viendo abajo el río con fuerte corriente. A partir de ahí a caminar solo. Eran las 7:30 y estaba en forma. El paisaje invitaba a disfrutar, entre mariposas de todos los colores, la mejor una violeta tan grande como mis dos manos juntas, preciosa. Pero he visto como 20 especies más, y unos pájaros guapisimos, con colas de colores. Tambien insectos y muchísima vegetación, medio selva, con plataneros, cafetales, algodón, y mil especies que desconozco. Flores de todos los tamaños y colores, y todo esto con un ruido de pajaros y bichos... como en las peliculas de aventuras, una pasada.
A la media hora me adelantas 3 franceses que venían en la combi. Llegué a un chorro de agua inmenso que brotaba una mole rocosa, una brutalidad, un ruido ensordecedor que hacía vibrar el terreno. Daba miedo. Unas fotos y adelante. De repente dos perros salvajes se enrabietan conmigo, que mierda, les tengo bastante miedo, pero me hice el valiente, cogí unas piedras, y cada pocos pasos me agachaba y se asustaban, así hasta que me dejaron pasar y les dejé atrás. Seguí el camino disfrutandoc omo un niño, y llegué a un lugar donde vi la mayor cascada hasta el momento, calculo que de 300 a 400 metros, ya me informaré, pero espectacular. Dies o doce fotos y adelante. Todo esto solo y más emocionado que un niño el día de Reyes.
Tras casi dos horas caminando llegué a una estación hidroelectrica, el punto intermedio. A partir de ahí seguir la vía del tren por lugares igual de increibles, y oliendo a Machu Picchu, jeje.
Andar por la vía es muy dificil, los pies sufren muchisimo, pisas mal, no coges ritmo... pero bueno, yo poco a poco adelanté a un grupo de judios, que esto está lleno.
En el camino me encontré con una pareja catalana, muy majetes, que regresaban, y me dijeron que me quedaban 6 km. Nos deseamos suerte y hasta luego.
Seguí a lo mío, cada vez más cansado, hasta los 2 últimos kilómetros, que las pase más putas que en vendimias. Las piernas ya no iban, y para colmo había dos túneles que me daban bastante miedo, les pasé medio corriendo, a pesar de estar roto, y que dentro del tunel habia espacio suficiente para el tren y personas, pero prefería evitarlo. Luego vi que la gente peruana va tan tranquila, asi que no habrá mucho peligro, no se.
Pasito a pasito, a pleno sol y muy cansado llegué a Aguascalientes, con una sudada de espanto. He tenido que perder varios kilos hoy, y eso que he tomado zumos y barras energéticas por el camino. Pero lo he pasado verdaderamente mal, me ha traido el orgullo y la ilusión, porque yo ya estaba medio muerto.
Fuí a un hotel en la plaza que recomiendan en la guía, 10 € por dos noches, todo un exceso para estas tierras, pero este pueblo es así de caro. La conexión a internet vale el triple que en cualquier sitio del pais, y así todo. Pero vamos, que 10 € es un regalo, jeje. Me di una ducha nada más llegar que me sentó como una cerveza fresquita. ¡Vaya palizón! A veces pienso que quién coño me manda meterme en estas cosas, pero me lo paso de lujo, la verdad que compensa. Hoy no pienso mover un dedo, solo para comer y quizás para ir a los baños termales.
Me tumbo en la cama, como unas galletas, me relajo...y de pronto un ruido se acerca, como un temblor... ¿otro terremoto? Ya es mala suerte. Voy a salir por patas a la calle y escucho un "piiiiiiiiiiiiii"... ¡el tren!

Adios Cuzco

Ya me he estado despidiendo de la ciudad. Esta mañana vi la Catedral por dentro, muy bonita y con muchas pinturas. Luego acompañe a Fiore al mercado a comprar recuerdos y luego a despedirla a la estación, ya me quede solo y comienza una nueva aventura.
Por la tarde he estado visitando el Coricancha, el antiguo palacio del Inca, el mas rico de América, aunque el oro que tenia no se conserva. Pero aun asi muy bonito, y eso que solo se conserva una pequeña parte, pues los españoles construyeron encima una iglesia, la de Santo Domingo, que tambien he visitado.
Luego he visto la casa de Garcilaso de la Vega, hijo de padre español y madre india, fue de los primeros mestizos. Alli hay un museo muy bueno sobre historia del Perú, pero ver muchos museos cansa, asi que lo vi un poco rápido.
Y ahora planeando el viaje a Machu Picchu, que ya decidi hacerlo por mi cuenta. Salgo dentro de 2 horas en bus hacia un pueblo en la ceja de selva llamado Santa María, y luego en furgoneta hasta Santa Teresa, y luego a pie hasta Aguascalientes, al pie de Machu Picchu. La ascensión tambien quiero hacerla a pie, y quizas descanse para madrugar al día siguiente y ver el amanecer alla arriba. Ya veremos como sale.

07 octubre 2006

El Valle Sagrado (2ª parte)

¡Vaya palizón! Como siempre, mereció la pena, pero estoy machacado. Madrugamos para ir a otra parte del Valle Sagrado. Después del bus tuvimos que coger un taxi a Maras. Ibamos 10 personas, jaja. Según avanzabamos aparecen dos niñas al pie de la carretera... ¡hay que cogerlas! Yo flipo, y para mi asombro las niñas encontraron un hueco, y encima no ibamos del todo mal, jeje, de record Guiness.
Primero fuimos al yacimiento de Moray, que son unos preciosos bancales o cultivos en terrazas en forma circular, completamente perfectos, lo mas parecido a un anfiteatro o a una plaza de toros. Los incas sembraban diferentes cultivos en los diferentes niveles para experimentar. Cada nivel tiene como su pequeño microclima, y asi sabían lo mas conveniente para cada fruto, no eran listos ni nada.
Después comenzamos a caminar por los campos de cultivo donde siembran trigo y lo siegan con hoz. Fuimos hacia el pueblito llamado Maras, con sus casas de adobe y algunas portadas de piedra muy bien tallada. Era el patrón del pueblo, y estaban en fiestas, con petardos y atracciones en la plaza. Dimos una vuelta, me compre unos bizcochos artesanos y seguimos de camino a las salinas de Maras, nuestro próximo objetivo. Todo esto a pie por lugares con mucho encanto, que para eso estamos en los Andes. El nevado Verónica es el más alto (5.800 metros), y de vez en cuando se dejaba ver entre las nubes que amenazaban lluvia.
Después de un camino bastante jodido y en continua bajada, muy pronunciada y pedregosa, llegamos a un lugar de cuento, las Salinas. Creo que es el sitio más impactante de los que voy a visitar, por encima de Machu Picchu, pues parece algo increible, encontrar en un valle de color arcilloso un paisaje completamente blanco, como nevado. El agua sale de un manantial medio caliente, y los incas crearon una serie de pequeñas piscinas unas debajo de otras por las que canalizan el agua, luego las cierran y hacen que este se evapore en un mes, consiguiendo la sal. Actualmente siguen produciendo a pleno rendimiento, y menos mal que tengo fotos para demostrar que esto es la leche.
Después de recorrer las salinas y hacer fotos, seguimos descendiendo a pie hacia el río Urubamba que veíamos al fondo del valle. Es el río que pasa por debajo de Machu Picchu, y que más tarde desemboca en el Amazonas. Tuvimos que cruzar por un puente colgante de tablas medio descuadradas que daba bastante medio, pues se movia para todos lados. Mi sorpresa fué mayor al llegar al otro extremo y ver a un coche esperando para cruzarlo... yo me piré, no quise verlo, jaja.
Finalmente, tras un palizón, llegamos a la carretera, donde cogimos una "combi" a Urubamba, y desde allí, un bus a Chinchero, un pueblo precioso y muy tranquilo a 3.800 metros, todo un desafio ascender por sus calles escalonadas. Pero todo esfuerzo merece su recompensa, y arriba tiene una plaza magnífica, con arquitectura inca y española. Tiene la mejor iglesia que he visto en Perú, al menos por dentro, completamente decorada con pinturas, hasta el humilde techo de madera, que era lo más bonito. Además está donde antes estaba el palacio del Inca, y se conservan muchos restos, terrazas, rocas sagradas que representaban dioses... una guía nos comentó bien todo. El sitio esta un poco apartado, es muy tranquilo, y parece que la gente no vende mucho, así que los niños te persiguen, se meten en medio ofreciendote pulseras y muñequitos, con una vocecita que joder... que mal lo he pasado. Compré 2 muñequitos muy graciosos, pero mi mochila va a estallar, y me queda mucho por recorrer. Es una pena muy grande, pero yo no voy a arreglar nada.
Finalmente cogimos una moderna furgoneta que nos trajo a Cuzco, y he hecho unas fotos de paisajes montañosos al atardecer muy guapas, y también de la Luna, que cuando llegamos a Cuzco se veia enorme. Ahora cenar y descansar, que bien merecido lo tenemos. Fiore hoy me ha aguantado a duras penas, pues no esta muy acostumbrada a caminar, y pensé que moriría por el camino, jeje. Pero ha aguantado la tia.
Y una cosa más. El viaje más económico al pie de Machu Picchu me vale 40 euros, un atraco. Con ese dinero me doy la vuelta al Perú y me sobra pasta, asi que he decidido que voy a ir a la aventura, pues hay una opcion alternativa que sabe poca gente. Lleva muchas horas de bus y luego caminar, pero me jode pagar ese dinero, cuando por una cuarta parte me voy de aquí a Lima, que esta mil kilómetros mas lejos.

06 octubre 2006

El Valle Sagrado (1° parte)

Hoy he hecho la primera incursión en el Valle Sagrado. Cogimos un bus temprano hasta Pisac, a 32 km, por carretera montañosa, pero bien. Luego un taxi que nos llevaron hasta la entrada a las ruinas incas de Pisac. Yo queria subir a pie, pero menos mal que no lo hicimos asi, porque era una paliza de muerte como luego pude comprobar. El casoo es que estas ruinas me han dejado encantado. Hay terrazas espectaculares para cultivos, ascendiendo montañas enteras. Mas arriba pude ver los sistemas de canalizacion del agua, lo que permite riegos por inundacion controlada, eran unos genios estos incas.
Aunque Pisac no tiene la fama de otros lugares, a mi me ha parecido un lugar fantastico, con muy buenas vistas sobre el valle y un conjunto de edificios sumamente interesante, que se extiende por mas de un kilometro en lo alto de las montañas. La mejor de la suerte se presento cuando nos encontramos con un indio tocando la quena de forma magistral, un virtuoso el tio. Se merece toda la admiraciom del mundo, asi que le di unas monedas y nos hicimos unas fotos con el. Es una gozada estar en un lugar asi escuchando esa musica, es mejor de lo que hubiera soñado. Ademas no habia mucha gente porque el dia estaba medio lluvioso, asi que muy tranquila la visita. Nos llevo mas de una hora, y luego comenzamos el descenso a pie, por unos senderos, pasadizos, una cueva y unas escaleras muy peligrosas, y mas con lluvia, asi que mucha precaucion, que no quiero volver a España en caja de madera de pino, jeje. El caso es que tardamos como hora y cuarto en bajar, y en el pueblo estaba el enorme mercado. Es una maravilla, y al mismo tiempo una putada, porque quieres comprarte todo, pero claro, para eso hace falta pasta. Si que he hecho bastantes compras no muy caras, salvo las joyas de plata, que son mas caras, pero aun asi baratas para el precio de España, asi que dejo abierto el apartado de encargos, paisa barato, jaja.
Alli pasamos como 3 horas, pero podia haber pasado otras tres tranquilamente, pero hay mucho que ver en este valle, asi que cogimos un bus hacia Tambo Machay, conocido como el Baño del Inca, un lugar pequeño pero precioso. De nuevo con lluvia, que se paro rapido, por suerte. Despues de ver Pisac, Tambo Machay te parece insignificante, pero reune mucho encanto en poco espacio. Dicen que quien bebe de los dos caños de agua tendra mellizos, asi que yo por si acaso no tocarlo, jaja.
Luego bajamos al cercano yacimiento de Puca Pukara, una especie de fortaleza pequeña, como un punto de vigilancia, con perfecta arquitectura y muy buenas vistas de las montañas.
Despues nos esperaban unos 5 km a pie hasta el fantastico yacimiento de Sanqsaywaman, pero antes visitamos una enorme roca llamada Qénko, en quechua es "zigzag", y tiene labradas figuras en zig zag y cuadrados.
De camino unos niñitos se nos acercaron y cantaron un villancico. No pega ni con cola, ya lo se, pero aqui cualquier cosa sirve para pedir una ayuda, asi que Fiore les dio unas monedas y yo dos paquetes de galletas de chocolate. Es jodido ver que casi se pegan, pero intente dejarles claro que lo repartieran bien. Son un encanto de gente y es una pena que haya tanta necesidad. Habia una niña de 8 años, no mas, con un bebe en sus brazos, supongo que le dejaron al cuidado de su hermanito pequeño.
Al llegar a Saqsaywaman es imposible no quedarte boquiabierto, pues es un lugar increible, y muy dificil asimilar que eso lo hicieron personas, pues hay piedras labradas de forma matematica encajadas como un puzzle y con 300 toneladas de peso. Estoy seguro que hoy en dia, con maquinaria y todo, nadie seria capaz de realizar una obra asi. Los muros hacen forma de zig zag, y se dice que Cuzco tiene forma de puma, y Saqsaywaman serian los afilados dientes. Recuerdo haber visto planos en libros, y es una opcion bastante problable, lo que demostraria que ademas de excelentes arquitectos, eran excelentes urbanistas. De hecho Cuzco tiene calles intactas en cuanto a organizacion desde el periodo inca.
Al terminar la visita, regresamos a Cuzco a pie, por los caminos que los incas hicieron, y despues de una gran paliza llegamos al hotel a por nuestra merecida ducha. Hay sido un dia intenso y de esfuerzo, con lluvia por momentos, pero todo lo visto compensa cualquier cosa, y ademas me estoy poniendo en forma sin ir a gimnasio, jeje.
A veces no me creo lo que estoy haciendo y viviendo, y tardo un poco en asimilar y digerir lo que he visto, pero luego me doy cuenta de lo afortunado que soy por estar aqui, e intento disfrutar de cada minuto, que ya tendre tiempo de descansar.

05 octubre 2006

Cuzco, el ombligo del mundo

Ya estoy en Cuzco. El viaje duró 10 horas por carretera, lo malo es que hacía muchisímo frio, y lo pasé un poco mal en el camino. Ya tengo la lección aprendida para el próximo viaje por el altiplano.
Cuzco es una ciudad encantadora, entre cerros no muy altos, como formando un enorme círculo en torno al centro de la ciudad. Qòsco en quechua significa ombligo del mundo, y el origen de la ciudad se cuenta en una antigua leyenda. Cuando los españoles llegaron aquí era una ciudad increiblemente rica. El Coricancha tenia 700 sillares de piedra recubiertos de placas de oro, cada una de dos kilos. Duraron pocos meses, pues nuestros antepasados lo fundieron todo en lingotes y lo mandaron a España, así que el día que nos pasen la deuda con intereses...
La primera impresión de Cuzco ha sido muy buena. Tiene una plaza de armas muy bonita, con la catedral y la iglesia jesuita como protagonistas, y unos soportales con tiendas y restaurantes. El turismo está muy explotado, y a veces resulta un poco agobiante que todo dios te ofrezca cosas: excursiones, artesanias, masajes, cenas... son incansables y hay mucha competencia.
Para visitar los museos y las ruinas incas del entorno de Cuzco hay que sacar un boleto que vale 70 soles. A mi me costó la mitad con carnet de estudiante. Hemos visitado dos museos muy interesantes,sobre todo el del Coricancha, pues el otro era de pintura religiosa, y te acaba cansando tanta virgen y tanto santo.
Lo mejor es pasear por las calles más antiguas, donde las piedras que los incas pusieron hace más de 500 años siguen intactas. La ciudad ha sufrido dos terribles terremotos que destrozaron todo, salvo las construcciones incas. Viendolo de cerca no me extraña, porque son enormes piedras trabajadas de tal forma que no hay quien meta una hoja de papel en las uniones. Además tienen forma de talud, que las hace más estables. Y al fin vi la famosa piedra de los 12 angulos, todo un prodigio de trabajo en cantería.
Hemos tomado un mate de coca en un bar que tenían música española: La cabra mecánica. Son tan buenos que también suenan por estas tierras. Nos hemos dado una paliza a andar. Es una ciudad de unos 400.000 habitantes, algo así como Valladolid, pero vas de un lado a otro y al final te machacas las piernas, pues son subidas y bajadas, pero merece la pena. El sitio donde nos alojamos esta en un alto, y tiene una terraza con vistas estupendas a la Plaza de Armas. Todas esas calles se parecen mucho al Albahicín de Granada, es muy curioso, y tambien hay mucho hippie. Es algo más cara por culpa del turismo, pero encontramos un sitio para comer por un euro, así que genial.
Mañana iré con Fiore a un mercado muy popular que hay en Pisac, a 32 km. Por la tarde vamos a ver ruinas incas del entorno de Cuzco.

04 octubre 2006

El cañón del Colca

Acabo de regresar del cañón, ¡qué pasada! Madrugamos el lunes para salir a las 6:00 a.m. Después de 6 horas infernales en bus por carreteras de montaña y caminos empedrados y polvorientos llegamos a Cabanaconde, un pueblito en pleno cañón del Colca a 3200 metros sobre el mar y rodeado de enormes montañas de casi 6000 metros. Las vistas son espectaculares. Es el segundo cañón más profundo del mundo, por detrás del Cotahuasi, cerca de aquí. Es el doble que el cañón del Colorado. A pesar de todo esto, lo que más me gustó de este pueblito andino es la gente y el modo de vida. Es como retroceder en el tiempo. Viven con las antiguas costumbres incas, hablan quechua, siembran con las manos, aran con mulas, no existen las comodidaes que nosotros conocemos, y sus calles son de casitas humildes de barro y piedra. Yo me he quedado alucinando con todo esto, y con su amabilidad y felicidad. Parece que es un lugar donde no ha llegado la maldad. Todo el mundo te pregunta de donde eres, y al responder a un señor que soy de España, me dijo: "¡qué cacheroooo!"(es como ligón, pero en fuertecito). El hombre era muy simpatico, pero como adivino... ni puta idea, jaja. Menos mal que Fiore vino conmigo, porque hay palabras que no entiendo, y ella me las traduce.
En este pueblo las señoras visten ropas preciosas, de todos los colores imaginables formando figuras geometricas, y con los sombreros más bonitos que he visto nunca. Son bordados de mil colores, todo muy alegre. Visten asi incluso para trabajar la tierra, y algunas llevan sus bebes en la espalda, cubiertos con tejidos muy bonitos. Todo esto es para vivirlo, porque contado es inimaginable. Los señores trabajan el campo en terrazas que usaron los incas hace mas de 500 años, siguiendo los metodos tradicionales, y con resultados excelentes, pues me he estado alimentando estos 2 dias como hacen los quechuas, con una dieta a base de sopas de verduras (mi madre me mata), quinua, que es un cereal y carne de alpaca, que esta muy buena y tierna. Me ha encantado vivir una experiencia asi.
Esta mañana me levanté con la vista de los picos mas altos de los Andes nevados, ya ves que gozada. Nos dirijimos en bus hacia la Cruz del Condor, y tras más de una hora de espera en un paraje montañoso impresionante, con una caida al rio de mas de 3000 metros, apareció el enorme condor, con una envergadura de 4 metros con las alas extendidas, es el pájaro más grande y pesado capaz de volar. No le he visto mover sus enormes alas, solo planea, y puede recorrer así mil kilometros, el tío. Es un portento de la naturaleza, y no me borro la imagen de la mente. Lo único malo es que el paraje esta siendo explotado en exceso a mi juicio, con mogollón de domingueros que llegan allí, se bajan, hacen 4 fotos y se piran, pero bueno, de esto hay en todos los lados, y Perú no se libra.
Luego para relajarnos fuimos a Chivay, a 2 horas en bus por esos caminos de Dios... sin comentarios. Allí hay unos baños termales que compensan todo el esfuerzo del viaje dando saltos en el asiento. Dos horas en el agua me dejaron como una pasa, jeje. Me quedé como nuevo, y fuimos a comer a un sitio un poco caro pero con una comida exquisita. Me puse ciego, aunque no era lo más adecuado, pues pronto cogimos el bus hacia Arequipa. El conductor era un kamikaze total. Si le llevan al Paris-Dakar se pule a todos, seguro. Nos ha traido a toda caña, yo creo que en las curvas se ponia a dos ruedas... como para no pillarse cagaleras en estas tierras. El caso que todo esto por caminos y carreteras montañosas, hemos llegado a Arequipa antes de la cuenta, y por eso estoy escribiendo. En menos de media hora parto a Cuzco, otras 12 horas de autobus. Hoy completaré 18 horas de autobus, pero esto es asi. El viaje al Colca fué el peor de mi vida, pero la recompensa fue de las mejores. Es el precio que hay que pagar, jeje, y además, es una aventura, y así si que se viven emociones fuertes.

01 octubre 2006

Ya no estoy solo

Hoy me despertee y fui a tomar el desayuno a la plaza de Armas. Por el camino empece a ver mucha gente y mas adelante muchos militares. Yo no sabia que pasaba, hasta que escuche musica de una banda y habia un gran desfile militar en la plaza. Luego me conto un taxista que lo hacen todos los domingos aqui, el alzamiento de la bandera. Todo estaba lleno de gente, y el trafico cortado. Hay mucho respeto por la bandera peruana, esta en todos los sitios. Despues del desayuno fui a la estacion de autubuses a buscar a Fiore. ¡Ya no estoy solo! Anoche, siendo sabado, me sentia un poco desanimado para ir a tomar cervezas yo solo, asi que me lo tome de relax, me tome un mate y a descansar. Hoy ya sera otra historia.
El taxista que nos trajo era un tio muy majete, y nos conto cosas de los volcanes y nos informo sobre como ir al Colca. Ahora nos hemos informado todavia mejor en una oficina de turismo.
Hemos estado haciendo visitas, esta vez he sido yo el guia, que ya me conozco bastante bien la ciudad, jeje. Cuando ibamos paseando, en un kiosko vimos periodicos que anunciaban en primera pagina en terremoto de ayer. Y parace que no fue broma, se cayeron casas y todo, no es moco de pavo. Un 5,5, yo me he comprado el periodico de recuerdo: ¡sobrevivi a la tragedia! jaja.
Por lo demas aqui las cosas estan muy bien, pasando mucho calor, y preparando el viaje al Colca. Creo que estare algun dia sin escribir, pues lo mas seguro es que dormire en un lugar que no tiene luz, asi que dificil encontar un ciber, jeje.