15 diciembre 2010

Mendoza y el Cerro Aconcagua

El día que me fuí de San Martín de los Andes el sol salió tímidamente. Me dió pena irme, pero lo asumí, sin más. El viaje fue tranquilo, un poco largo y pesado, con lluvia, viento, nieve y granizo en el primer tramo. El segundo tramo, desde Esquel hasta Mendoza, fue por la noche, e intenté dormir.
Mendoza y sus árboles
Vista de Mendoza desde el cerro de la Gloria
Llegué a Mendoza tras 20 horas de autobus, a las 7:30 de la mañana, algo cansado, con un ligero dolor de cabeza, y con el cielo nublado y triste... Busqué un albergue muy céntrico, las calles estaban casi vacías, con algunos chavales que volvían a casa después de una noche de fiesta... era domingo por la mañana. Después de instalarme y descansar, salí a conocer la ciudad. El día estaba fresco, pero salió el sol, y la ciudad me dió muy buena impresión desde el primer momento. Pude pasear por las calles casi vacias, pues los domingos creo que los mendocinos se van a pasar el día fuera, a un lago o un lugar tranquilo donde relajarse.
Acequias de Mendoza
Acequias y árboles en las calles
Mendoza es una ciudad muy particular y especial. Esta a pocos kilómetros de la Cordillera de los Andes, donde se encuentra el pico más alto de toda América: el cerro Aconcagua (6962 metros). La ciudad se ecuentra en una zona completamente desértica. De hecho, es una ciudad "artificial". Fue construida en el desierto, y en todas sus calles hay una acequia en cada acera. Por ahí corre el agua que riega los árboles, que son grandes y dan mucha sombra. Sin esto, la ciudad sería un infierno. La temperatura es muy alta, las precipitaciones son muy escasas (entre 200 y 300 mm al año). Pero con agua y árboles, la ciudad es un verdadero oasis, con calles verdes y limpias, bonitas zonas de jardines, y una buena organización del centro a través de 5 plazas. La central y más grande es la Plaza Independencia, de enormes dimensiones, con una bonita fuente, y siempre llena de gente.
Plaza España, Mendoza
Plaza España, como estar en casa...
Hay una preciosa plaza de España, decorada con cerámica andaluza, muy del estilo de la plaza España de Sevilla, pero mucho más pequeña. Es un lugar muy agradable, con una fuente y mucha vegetación. Además hay un monumento dedicado al hermanamiento entre Argentina y España. Mendoza en general, esta lleno de rincones agradables donde poder sentarse a descansar. Además, muy cerca de la ciudad hay lugares muy interesantes donde practicar deportes y actividades de aventura. Es un lugar donde poder quedarse 10 ó 15 días, sin tener ninguno de aburrimiento.

Plaza de la Independencia, Mendoza
Fuente de la plaza Independencia

El domingo solo me dediqué a pasear y a familiarizarme con la ciudad. Para el lunes contraté un tour para visitar los lugares más emblemáticos de la zona de la cordillera. Seguí la ruta que en 1817 siguió el ejército de los Andes, comandado por el general San Martín, para liberar Chile. Es una zona fronteriza, con unas formaciones montañosas impresionantes, escenario de la película "Siete años en el Tibet", protagonizada por Brad Pitt en 1997. 

Cerro de colores
Cerros de colores, de camino a la frontera

Desde Mendoza viajé en una furgoneta con un grupo reducido de gente, donde me hice muy amigo de Gustavo, un chico brasileño muy simpático que viaja junto a su hermana. Hablamos mucho, y me ha ofrecido ayuda para viajar hasta Manaos por el Amazonas, uno de mis "sueños imposibles".

La primera parada fue Potrerillos, donde recientemente se ha construido un embalse para gestionar mejor el agua que baja de los Andes hacia Mendoza. Es además un lugar en el que relajarse, muy cerca de la ciudad, y donde están comenzando a construirse casas, cabañas y complejos vacacionales.
Potrerillos
Embalse de Potrerillos (haciendo experimentos con el sol)
Desde allí fuimos al puente de Picheuta, un lugar importante en el trayecto que hizo el Ejercito de los Andes de camino a Chile. Fua construido por españoles, pero utilizado por el ejercito liberador de San Martín, considerado un verdadero ídolo y héroe en la ciudad de Mendoza.
Puente de Picheuta
Puente de Picheuta
Uno de los lugares que más me impresionó fue el Puente del Inca, una formación natural, donde brotan aguas termales cargadas de sedimentos que se van quedando en las rocas, dando un color amarillo intenso muy particular, y cayendo abajo hacia las aguas del río Mendoza. Hace décadas se construyó en este lugar un complejo turístico, pero una avalacha de nieve y piedras lo destruyó por completo (se pueden ver las ruinas aún). Casualmente solo quedó en pie la iglesia, y para que quieres más... supongo que será un milagro. Pero al margen de estas anécdotas, me gustó mucho el lugar, y también hablar con unos hombres argentinos de los que, en pocos minutos, siento que aprendí muchas cosas.
Puente del Inca
Puente del Inca
La siguiente parada, y la más esperada por mí, era el mirador de Horcones, el lugar desde donde puede verse la cumbre del cerro Aconcagua (del quechua, "centinela de piedra") el techo de América. El día estaba completamente despejado y hacía calor. Las vistas son impresionantes, con una mole enorme de piedra y hielo. Casualmente, en la habitación del albergue he conocido a unos andinistas de Perú, muy buena gente y grandes montañeros, que regresan de intentar hacer cumbre. He tenido la suerte de hablar con ellos y escuchar sus aventuras, y es increible lo que hacen estos deportistas. Se juegan la vida, se pagan todo el equipo y el viaje, alquiler de mulas para portear material, etc... ¡y luego los futbolistas son héroes! Así que allí, contemplando el cerro Aconcagua, la cabeza se me iba a esos montañeros que están allá arriba, jugándose el pellejo por cumplir un sueño, como mis compañeros de habitación, que tuvieron que bajar desde los 6.300 metros sin hacer cumbre, porque el frío y el viento les hacía tener los primeros síntomas de congelaciones. Casualmente, a los dos días de bajar, el clima mejoró, pero ellos ya estaban abajo. Una pena.
Cumbre del Aconcagua
Cumbre del Aconcagua


El día no dió para mucho más. Fue muy intenso, comimos a 3000 metros en el único restaurante de la zona, con vino de Mendoza, por supuesto. Visitamos la frontera, donde hay un tunel que conecta Argentina con Chile, por donde pasan diariamente 1000 camiones. En invierno, con la nieve, puede convertirse en un caos, llegando a acumularse 5000 ó 6000 camiones en la carretera.

Pico Aconcagua
Cerro Aconcagua desde Horcones
Decir que los paisajes de esta zona son impresionantemente grandes, donde estos camiones parecen verdaderos juguetes en manos de las montañas, donde los colores se confunden en los cerros, con tonos marrones, rojizos, verdosos, amarillos... casi la paleta de un pintor. Esta zona es muy rica en minerales diversos, de donde se extrae el 65% de la producción nacional. Por suerte, la zona del cerro Aconcagua, está protegida como Parque Nacional... pero creo que en otros lugares las compañías mineras están haciendo "de las suyas".
Los Penitentes
Los Penitentes
Hoy martes, he estado paseando por la ciudad, y haciendo planes para los próximos días. Por la mañana fui con un nuevo amigo italiano a la Municipalidad de Mendoza. Desde su azotea, de 8 pisos de altura, hay muy buenas vistas de la ciudad y de la cordillera. Además un guía te explica algunas características de la ciudad, del urbanismo, y también de las montañas. Desde allí fuimos hasta el Parque de San Martín (aquí hay parque, avenida, plaza... todo con el nombre del general). Este parque es enorme, y caminar por él te puede llevar un día entero. Dentro del parque esta el campus universitario y los complejos deportivos de Mendoza. Hay un lago artificial, el campo de futbol Islas Malvinas, donde juega el Godoy Cruz, un velódromo (qué recuerdos...) y el cerro de la Gloria, donde, como no podía ser de otra manera, hay un monumento en honor al General San Martín. 
Monumento al Ejército de los Andes
Al ejército de los Andes
Ha sido un día de muchísimo calor, así que el resto de la tarde, después de una merecida ducha, he estado descansando e hidratándome. Sobre mi nuevo amigo italiano, Lorenzo, tengo que decir que es un gran tipo. Lo digo porque mide dos metros, así que además de un amigo, también tengo guardaespaldas, jeje. El caso es que también es mi compañero de habitación, y junto con los peruanos, hemos hecho una buena amistad. Lorenzo está viajando durante 10 meses por Sudamérica, y su próximo destino es Valparaiso, como el mío. Así que viajamos juntos mañana a las 9, con 7 horas de trayecto, si los trámites en la frontera son normales. El resto de mis planes no los se muy bien. Voy improvisando, escuchando y aprendiendo de otros viajeros, y la verdad que, esta sensación de poder variar tus planes, o no saber lo que voy a hacer dentro de dos días, me hace sentir verdaderamente libre, poder elegir, poder equivocarme, porque tengo tiempo para corregir o rectificar, y en definitiva, me hace sentir un auténtico viajero.

Mendoza de noche
Plaza Independencia por la noche


4 comentarios:

Anónimo dijo...

solo hay q decir iiiiiiuuuuuuuuuuuuuu

Yiyi dijo...

Nos transmites y contagias esa libertad. Mucha suerte para Chile y a seguir disfrutando!

Anónimo dijo...

No sabes lo que estoy disfrutando.
Santos

Anónimo dijo...

Diego!!

Very nice to meet you!
Good luck in this great adventure and hope to see you in Manaus !!

By the way, Excelent pics!!

Gustavo and Raissa !!