26 enero 2011

Sucre, la ciudad blanca.

Quizás su nombre no resulte tan familiar como el de otras  importantes ciudades latinoamericanas, pero Sucre ha jugado un papel muy destacado en la historia, primero en época colonial, y más tarde con la independencia. De hecho, en Sucre comenzó el alzamiento contra los españoles. Fue el primer lugar de toda Sudamérica en donde hubo una unión y una organización para reclamar la ansiada independencia: el Primer Grito Libertario de América.

También se la conoce como la ciudad de los cuatro nombres: Chuquisaca, La Plata, Charcas y finalmente Sucre. El arzobispado de La Plata llegó a controlar un territorio muy extenso, desde La Paz hasta Buenos Aires.
La unión es la fuerza
La unión es la fuerza
Hoy en día, Sucre ha perdido importancia política como capital, en favor de La Paz, pero sigue siendo la capital judicial de Bolivia, y aquí se encuentra el Tribunal Constitucional. Una genial historiadora que trabaja en el museo "Casa de la Libertad" explicaba, de forma muy diplomática, cómo se puede tener contentos a todos los bolivianos: "La Paz es la capital del gobierno, Sucre la capital histórica, y Santa Cruz la capital económica".

Calles de Sucre
Calles de Sucre

Dejando un poco la historia, llegué a Sucre en bus, en contra de mi voluntad. Los trenes no podían circular por culpa de las fuertes lluvias de los últimos días, que dejaron las vías en mal estado. La ciudad me recibió con sol y buen tiempo, así que salí a dar un paseo.
Calle y cielo
La Ciudad Blanca
Era día 22 de Enero, primer aniversario del Estado Plurinacional de Bolivia, como decidió llamar el gobierno de Evo Morales a la antigua República de Bolivia. Día festivo, y por tanto, de museos y negocios cerrados. La ciudad estaba muy tranquila, y sus bellos edificios blancos me sorpredieron gratamente.
Torre de la Catedral
Catedral de Sucre
A pesar de las fechas, en sus calles ya comienza a celebrarse el Carnaval, con bandas de música y gente bailando. En todo el país es una celebración muy importante y tradicional. Los mineros de Potosí me decían que era el único momento del año en que permiten el ingreso de mujeres a la mina, para hacer una ofrenda, y ya que están allí, limpiar un poquito... Bolivia es así...

También noté rapidamente que me encontraba en una capital, con calles y edificios señoriales, gente muy bien vestida, limpieza, orden, organización... muy buenas impresiones. Por algo es Patrimonio de la Humanidad.
Iglesia de Santa Mónica
Iglesia de Santa Mónica
Al día siguiente, domingo, cambie el cochambroso y barato alojamiento por uno algo más decente. Hay que ahorrar, pero no atreverse a abrir la cama es una sensación muy jodida, así que mejor me guardo los detalles.

El día estaba muy triste y lluvioso, ideal para visitar museos, pero era domingo y casi todo estaba cerrado. Fue un día poco provechoso, salvo en lo gastronómico (tampoco había mucho más que hacer). Me hice el valiente y me fuí a comer un pique macho, un plato a base de carne, papas y vegetales, muy picante, y que me supo a gloria, aunque no se lo recomiendo a paladares sensibles...
Escudo del Estado Plurinacional de Bolivia
Escudo del Estado Plurinacional de Bolivia
Esa noche llovió muchísimo. Es época de lluvias, y a veces son tan fuertes que ocurren verdaderas catástrofes. Hace pocos días vi en las noticias que había muerto gente en el departamento de Cochabamba. Por eso y por cosas peores no suelo ver las noticias cuando estoy de viaje.

El lunes la ciudad me mostró otra cara: la del día de mercado, de compras, de gente de un lado para otro, bullicio, tráfico, ruido... un caos. No me siento muy cómodo en esas situaciones, pero a todo hay que acostumbrarse.
Vista de Sucre desde Recoleta
Vista desde Recoleta
Visité el mirador de la Recoleta, desde donde hay unas inmejorables vistas de la ciudad y su entorno. Estaba dispuesto a visitar el Convento y su Museo, pero había que esperar, y no me dió buen rollo en la entrada, aunque no se qué coño esperaba, al fin y al cabo era un convento... El caso es que no lo visité, y todavía me pregunto si la habré cagado, pues se que su interior contiene valiosas obras (no era para robarlas, que quede claro).
Recoleta
Convento de la Recoleta
Descendí a la zona más céntrica, y visité la Universidad de San Francisco Javier, una de las primeras de América. Su claustro es de gran belleza, y aparece en los billetes de 100 bolivianos. Es una auténtica joya de la arquitectura colonial.
Universidad San Francisco Javier de Chuquisaca
Universidad San Francisco Javier de Chuquisaca
El resto del día lo pasé tranquilo, paseando, observando a la gente, los contrastes, las miserias... También puede resultar una ciudad dura, con gente pasándolo muy mal, con mendigos enfermos, niños trabajando, vendiendo chicles, chocolatinas, lo que sea. También limpiando zapatos, coches... todo vale para sobrevivir.
Limpiabotas
Limpiabotas
Callejeros
Pobreza extrema
El lunes estaba algo mosquedado porque no podía conseguir hacer buenas fotografías. Entre la lluvia, las calles estrechas, el jaleo de gente, y sobre todo, los enredos de cables que atraviesan las calles, guardé la cámara enfadado. Al margen de lo estético de los cables, me pregunto quién es el listo que encuentra ahí una averia o hace una conexión y acierta. Hay cosas que no se entienden, pero al final, sorprendentemente, todo funciona.
Puerta de la Catedral
Detalle de una puerta de la Catedral
Ayer martes todo cambió. Salió el sol y yo estaba muy animado y descansado, así que decidí que fuese un día intenso. Primero visité la Catedral y su museo (20 bolivianos, prohibido hacer fotos). Me gustó mucho, aunque en este tipo de visitas siempre salgo un poco contrariado. Vi custodias de plata con incrustaciones de esmeraldas, rubíes, granates, perlas... unas joyas de incalculable valor artístico y económico. Había todo tipo de objetos litúrgicos en oro, plata y piedras preciosas. Incluso había faroles realizados completamente en plata (de Potosí, por supuesto) que medían 2 metros de alto. También contemplé cuadros magistrales de Bernardo Bitti, uno de esos pintores jesuitas que me trajeron de cabeza estudiando Historia del Arte Hispanoamericano (a mi y a otros muchos, lo se).
Interior de la Catedral de Sucre
Interior de la Catedral de Sucre
Salí satisfecho y contrariado, y para cambiar un poco de ambiente, fui a visitar la "Casa de la Libertad", ¡qué nombre más bonito! En este edificio, situado en la plaza, muy bien restaurado y conservado, ocurrieron hechos muy importantes para la historia de Bolivia, y allí se firmó su acta de Independencia. Recibí una clase magistral de historia boliviana, pero tranquilos, no lo voy a contar aquí, jeje. La visita es obligada si se viene a Sucre (15 bolivianos +10 bolivianos el derecho a fotografiar).
Patio de la Casa de la Libertad
Patio de la Casa de la Libertad, al frente el salón principal.
Salón de la Libertad
Mesa donde se firmó la independencia. Un cuadro de  Simón Bolivar preside la sala.
Acta de Independencia de Bolivia
Acta de Independencia de Bolivia
Después de comer, aproveché mi última tarde en Sucre para visitar el Museo de Arte Indígena (22 bolivianos, prohibido fotografiar), creo que otro de los lugares de visita obligada. En él se expone el trabajo de indígenas de la región de Chuquisaca, y también hallazgos arqueológicos. Así se puede contemplar cómo los tejedores de hoy en día han recibido la influencia y la técnica directamente de sus antepasados, enlazando no solo siglos, sino milenios de historia y tradición.
Mujeres tejiendo
Tejedoras indígenas
Tejido Tarabuco
Tejido tarabuco
Con esto di por concluida la visita a la Ciudad Blanca, llamada así por el color de sus edificios. Cuando sale el sol, la luz es tan intensa que resulta complicado abrir los ojos. Es un efecto parecido a estar en la nieve o en un salar.

Desde aquí salgo hoy a las 16:00 hacia Santa Cruz de la Sierra en bus. El viaje dura 16 horas, así que voy a tener tiempo de aburrirme. Por suerte en Santa Cruz tendré tiempo para descansar. Espero estar allí hasta finales de Febrero, pero eso ya es otra historia de la que daré más detalles en la próxima entrada.
Espadaña de Santa Mónica
Espadaña de Santa Mónica al anochecer

5 comentarios:

Anónimo dijo...

HOLA DIEGO, COMO ESTAS? UNA DUDA Y PERDON POR MI IGNORANCIA , PERO CUAL ES EL MOTIVO POR EL CUAL NO SE PUEDE SACAR FOTOS? BUENO ME GUSTA TU RELATO. SEGUIMOS DE VIAJE

Capitan Sardina dijo...

Es un efecto parecido a estar en la nieve o en un salar.

Vacilón

Capitan Sardina dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Capitan Sardina dijo...

Como todos hemos estado en un salar...

jajaja

Diego Rayaces dijo...

Joe Capitán Sardina, estás como una cabra!

Hola Anónimo, estoy bien, muchas gracias. No podía sacar buenas fotografías por culpa de la lluvia, las estrechas calles y los cables que cuelgan por todos lados. Se puedeen sacar fotos, pero no son de mi gusto. Un saludo