05 marzo 2011

Ciudad Sagrada de Caral

El lunes me despedí de Lima con un hasta luego, y tomé un bus hacia el norte, hasta Barranca, una ciudad de pequeño tamaño a orillas del Océano Pacífico, a mitad de camino entre la capital y Trujillo. Se tardan unas cuatro horas en bus desde Lima, por la carretera Panamericana que va al lado del mar casi todo el trayecto.

En Barranca no hay mucho que ver. Apenas conocí la plaza de Armas y algunas calles alrededor. Me alojé en un hotel muy bonito que tenía piscina. Aquí hace bastante calor en este tiempo, y me apetecía pasar un día relajado y refrescándome.
Yacimiento arqueológico
Yacimiento arqueológico de Caral
Al día siguiente madrugué para ir a Caral, el motivo de esta parada en mi camino. Desde Barranca tuve que tomar un taxi compartido hasta Supe, a unos 8 kilómetros, y desde allí tomar otro taxi hasta Caral, ya en el interior, a unos 22 kilómetros de Supe. Por el camino el taxi pinchó una rueda y perdimos algo de tiempo. Cuando llegué al pueblo de Caral ya era un poco tarde, y el sol pegaba fuerte.
Ciudad Sagrada de Caral
Piedra hacia la que se orienta una pirámide
La ciudad sagrada de Caral se encuentra alejada unos tres kilómetros de lo que hoy es el pueblo, El yacimiento arqueológico tiene 66 hectareas de extensión, y hoy aún se conoce poco sobre esta cultura. Aunque se conoce el asentamiento desde hace décadas, fué en 1994 cuando comenzó un trabajo más serio, y especialmente a partir de 1996, cuando las pruebas del carbono-14 dieron como resultado una antigüedad de unos 4800 a 5000 años.
Valle fértil y desierto
Vista del valle fértil desde la ciudad sagrada de Caral
Fué entonces cuando la comunidad internacional se empezó a interesar por la civilización Caral, y se comenzó a invertir, con gran ayuda extranjera, en nuevas y más intensas excavaciones. Actualmente se ha excavado la mitad, especialmente las pirámides y su entorno, aunque queda muchísimo trabajo por hacer.

Por el momento no es un lugar muy vistoso, ni atractivo para el turismo. Apenas se han encontrado restos humanos, tan solo dos cuerpos que seguramente fueron sacrificados. No se han encontrado enterramientos, y al ser una civilización tan antigua, tampoco hay restos de cerámicas ni metales, porque aún no los conocían. El día que se encuentren los enterramientos, todo cambiará. Se desvelarán muchos misterios, y esta civilización comenzará a ser más valorada por el público en general.

El día que yo visité el yacimiento no había más de 10 turistas, y el transporte es aún muy deficiente hasta el lugar. A pesar del calor yo disfruté como un niño. Al no ser turístico, no hay aglomeraciones, y los guías no van con prisa. Además están muy bien formados, con grandes conocimientos arqueológicos.
Pirámide
Pirámide escalonada
La ciudad sagrada de Caral fue la principal de una red de asentamientos humanos a lo largo de todo el valle de Supe, unos 20 en total. Se puede decir que era la capital, donde había pirámides sagradas y un orden social perfectamente establecido en clases, uniendo religión y estado en unas mismas personas. La ciudad fue habitada por unas 3.000 personas, y fue destruida por un desastre natural muy visible, ya que la ciudad aparece partida a la mitad por un gran corte, seguramente producido por una corriente de agua, lo que obligó al abandono.

Se sabe que hubo intercambio comercial, incluso se ha encontrado un quipu, el método de contablidad utilizado por otras civilizaciones andinas. Hasta entonces se pensaba que el quipu comenzó a utilizarse hacia el 1500 a. de C., pero con este hallazgo se van a tener que cambiar muchos libros, jeje. Espero que en los próximos años se sigan descubriendo cosas nuevas, porque puede arrojar a la luz descubrimientos tan importantes como los de Mesopotamia o Egipto.
Cultivo de ajís
Cultivo de ajís en el valle de Supe-Caral.
Después de esta visita y del calor, pues está en un valle rodeado de montañas, en una zona desértica, aunque unos metros más abajo está la tierra  fértil, volví a tomar los dos taxis colectivos hasta regresar a Barranca, y desde allí tomar un bus en dirección norte, hasta Trujillo, la tercera ciudad en tamaño del Perú, a unas 6 horas de camino. En Trujillo estoy disfrutando mucho con otras civilizaciones no tan antiguas, pero igual de interesantes: Chimú, Lambayeque y Mochica.
Atardecer en Barranca
Atardecer en Barranca

No hay comentarios: