09 febrero 2011

Tres meses de viaje

Parece que fue ayer, pero el día 4 de Febrero se cumplieron tres meses desde que llegué a Buenos Aires. Desde hace ya tiempo quería escribir contanto curiosidades del viaje y otros detalles, como los gastos y la forma de organizarme y administrarme. Estoy en Oruro, y por desgracia el tiempo no acompaña, así que voy a aprovechar para recordar estos tres meses.

Estoy enamorado de Argentina, lo confieso. He pasado casi dos meses allí, he recorrido el país de sur a norte, y no he visto nada que no me haya gustado o me haya defraudado. Reconozco que Buenos Aires no me apasiona, y que las grandes ciudades en general me dan un poco de lado. Aún así hay millones de cosas que hacer en la capital, y da para mucho más, y como tengo que regresar y tengo buenos amigos allí, se que todavía me queda mucho por recorrer.

El resto del país es otra Argentina, con una cara mucho más amable, una vida menos estresante y una gente muy agradable y tranquila. Las maravillas naturales del país no se pueden comprar con dinero. La Patagonia es de una belleza indescriptible,y aunque resulte cara, está completamente justificado. Además es un lugar tan apartado del resto del mundo que estando allí te sientes muy afortunado, respirando aire puro, bebiendo agua de cualquier arroyo... algo que deberíamos preocuparnos por conservar tal como está.

La alimentación es muy buena, un paraiso para los carnívoros. Yo comí empanadas muchos días, son baratas y están buenísimas. También la milanesa de pollo es una opción barata y buena. Y la pizza es muy buena, con muchísima mozzarella siempre. Comer un bife de chorizo (chuletón) no es tan caro como en España, pero tampoco se puede hacer a diario.

La gente en Argentina es de lo mejor. Ya se que he tenido suerte de conocer gente genial, y que no me he metido en las villas a conocer otra gente no tan amable, pero generalizando, los argentinos son muy habladores, divertidos y muy amigables desde el primer momento. Es una de las cosas que mas me han gustado, he sentido a completos desconocidos como mis amigos de toda la vida en tan solo media hora de conversación.

De Chile no puedo hablar mucho, porque no tengo una idea global del país. En el sur visité el Parque Nacional Torres del Paine, que me pareció una pasada. Con razón muchos viajeros dicen que es el mejor parque nacional de Sudamérica. Aparte de esos 5 días en el sur, visité Santiago de Chile y Valparaiso, dos ciudades grandes que me gustaron y me sorprendieron mucho. Me da la impresión de que Chile y sus gentes están muy bien organizados, son muy serios en sus trabajos, muy profesionales. Sus vecinos argentinos, bolivianos y peruanos les miran con recelo. No se que lectura sacar de eso. Unos dirán que son muy malos, y otros que son muy buenos y por eso les envidian. Sea como sea, es cierto que sus paises vecinos hablan bastante mal de Chile, pero hay muchos años de historia detrás que lo justifican.

En Chile la alimentación me gustó mucho. También se comen empanadas, sandwich o pizza como opción barata. Hay muchas frutas, se come muchísima palta (aguacate) y pescado, pues es un país muy pesquero.

Y de Bolivia donde estoy ahora podría decir muchísimas cosas, buenas y malas. El país es auténtico, y sus gentes conservan sus tradiciones y formas de vestir y de hablar desde hace siglos. La situación en el país no es facil, hay mucha pobreza, delincuencia,y muchas necesidades básicas que quedan por cubrir. Pero hay algo especial que tiene Bolivia y todavía no se muy bien lo que es. Tengo tiempo por delante para seguir observando. Lamentablemente he venido en época de lluvias y no estoy teniendo mucha suerte en los últimos días. Después de Oruro, iré a La Paz, y desde allí escaparé durante una semana a la naturaleza de Coroico y Rurrenabaque, donde creo que me siento mucho más cómodo.

La alimentación en Bolivia es más especial. Los problemas intestinales son frecuentes en casi todos los viajeros, algunos preocupantes, y hay que extremar las precauciones. Se come mucho en la calle y en los mercados. Hay broasterias, que son bares donde solo venden platos de arroz con pollo y papas. Es muy barato y está bueno. Más de la mitad de los días es mi menú, en la comida y en la cena. Hay comidas tradicionales, como el pique, que me gustó mucho. Para matar el hambre están las "salchipapas", un cucurucho de papel con papas fritas y trozos de salchicha, con salsa al gusto.

Los alojamientos en los que he estado han variado. En Argentina y Chile dormía en albergues, en habitaciones compartidas, a veces con otras 10 personas, algo incómodo, pero la opción barata. Hay buenos campings, y otros muy simples que a veces son gratuitos.

En Bolivia duermo en alojamientos, residenciales y hostales baratos. Son como una pensión, generalmente muy sencilla, a veces compartiendo baño, y muy económicas, entre 3 y 6 € la noche. Es más íntimo, pero no conoces gente, y a veces es aburrido. En Oruro, donde estoy ahora, me he pegado un lujo y he pisado un hotel por primera vez en el viaje, jeje.

En general el balance del viaje es muy positivo, especialmente en Argentina y Chile. En Bolivia las cosas funcionan de otra manera, y he tenido algunos poblemas que me han desanimado, como el plan que tenía de colaborar con una ONG, la época de lluvias, los intentos de robos o engaños, los retrasos y algunas molestias intestinales . Pero bueno, pienso en positivo y veo que los próximos días voy a ir recuperando la ilusión.

No todo es bonito en el viaje, también he pasado mis malos ratos, ya no solo en la mina de Potosí, que fue el peor con diferencia, sino pequeños momentos en los que no sabes que hacer y tienes que improvisar o buscarte la vida. Pero es una pasada estar cada día en un sitio, durmiendo en una cama distinta, sintiendo que eres libre de elegir lo que quieras y cuando quieras. Esa sensación la saboreo cada día como si fuera el último, porque se que al regreso volveré a ser un mileurista (eso con suerte) atado a un puesto de trabajo que, seguramente, no me agrade mucho.

Sobre la economía del viaje tengo que decir que nunca se me dieron bien los números. Antes de salir calculé gastos en base a una guía de Argentina del año 2006, y la realidad del país, por suerte, es que ha mejorado bastante, pero los precios son más altos. Buenos Aires y Patagonia son tan caros como la vida en España. En el resto del país se pueden conseguir precios más asequibles. Aún así, en Argentina y Chile me gasté mucho más de lo que pensaba. Bolivia en cambio es muy barato, a veces con precios irrisorios. También la calidad en los servicios se suele notar, aunque hay de todo. He llegado a dormir por menos de 3 euros la noche, y a comer por 1 euro. A veces es un arma de doble filo, porque al ser un país barato, te pegas caprichos que en otros lugares no harías, y al final todo se iguala bastante.

Dejo un resumen delos gastos durante estos 3 meses de viaje, por si a alguien que esté preparando un viaje le puede orientar:

Gastos al salir de casa (detallados en esta entrada): 1542 €.

Gastos en 58 días en Argentina: 1843 € (media diaria: 34,36 €), repartidos en: 
  1. Alojamiento: 2097 pesos, 403 €.
  2. Comida y compras: 3352 pesos, 645 €.
  3. Transporte: 2702 pesos, 520 €.
  4. Visitas: 336 pesos, 64 €.
  5. Comunicación: 609 pesos, 117 €.
  6. Recuerdos: 489 pesos, 94 €. 
Gastos en 12 días en Chile: 388 € (media diaria: 32,33 €), repartidos en:
  1. Alojamiento: 63500 pesos, 95 €.
  2. Comida y compras: 82000 pesos, 123 €.
  3. Transporte: 65500 pesos, 98 €.
  4. Visitas: 16000 pesos, 24 €.
  5. Comunicación: 12400 pesos, 19 €.
  6. Recuerdos: 19500 pesos, 29 €.
Gastos en 23 días en Bolivia: 682 € (media diaria 29,65 €), repartidos en:
  1. Alojamiento: 1150 bolivianos, 135 €.
  2. Comida y compras: 1323 bs, 155 €.
  3. Transporte: 467 bs, 55 €.
  4. Visitas: 1010 bs, 119 €.
  5. Comunicación: 322 bs, 38 €.
  6. Recuerdos: 1535 bs, 180 €.
GASTOS TOTALES: 4455 €.

El viaje en Argentina y Chile lo considero de presupuesto medio-bajo, sin grandes lujos pero sin pasar calamidades. El gasto de Bolivia no se ajusta a la realidad. Los últimos días hice muchas compras y envié un paquete a España que me costó una pasta. Se puede vivir con unos 10 € diarios en Bolivia sin ningún problema, y sin lujos, claro.

2 comentarios:

Lore dijo...

Die!!! ya 3 meses???? wow!!!! como pasa el tiempo!!!!! Espero que sigas disfrutando te este viaje tan especial! Y nos vemos prontito en Baires!!!!

besos!!!

Anónimo dijo...

Hola Diego, bueno llegue a tu blog viajando por Internet y lo estoy leyendo todos los días, por eso te escribo en esta entrada del mes de febrero, pero bueno ya llegaré a tu día a día...

Conozco Argentina, ya la he visitado cuatro veces y siento algo muy especial por ella, tanto que me he casado con una argentina... Me pareces un privilegiado por lo que estas haciendo, pues no es un viaje que uno pueda hacer con la vida que llevamos, sobre todo por el tiempo que necesitas, ya que uno se va "atando" y es imposible disponer de "seis meses" para viajar, así que disfruta del viaje. Un abrazo Carlos.

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