07 febrero 2011

Cochabamba

Llegué a Cochabamba temprano y me tomé la molestia de buscar un buen alojamiento, ya que pensaba quedarme varios días en esta ciudad recapacitando un poco y organizando el nuevo viaje tras unos días de improvisación. Me alojé en un residencial barato y muy limpio, algo dificil de encontrar normalmente. Está situado cerca de la terminal de buses y de una zona de mercados, y a unas 7 cuadras de la plaza, así que muy buena ubicación.
Bar callejero
En estos bares callejeros suelo desayunar
El primer día me lo tomé de descanso, resolviendo asuntos personales, llevando ropa a lavar, y buscando en internet información sobre Cochabamba y otras zonas de Bolivia para visitar en las próximas semanas. El primer contacto con la ciudad fue bueno, pero por la noche la cosa cambió bastante. Las zonas de mercado por las noches no suelen ser muy seguras, y la verdad que ir solo por la noche no es muy buena idea. Por desgracia vi a varios jóvenes muy drogados, esnifando pegamento, algo que he seguido viendo los días sucesivos.
Cochabamba
Atardecer en la plaza 14 de Septiembre
Con lo visto durante la primera noche decidí extremar las precauciones, pues considero que Cochabamba no es una ciudad segura. Tampoco es precisamente bonita, y no tiene mucho que visitar. Pero paradójicamente me he encontrado muy cómodo aquí, pues necesitaba tener unos días para centrarme, y creo que lo he conseguido.
Catedral
Catedral de Cochabamba
Es época de lluvias, y de los cuatro días que he pasado aquí ha llovido todos. Así que con este panorama tampoco he podido ver mucho. El segundo día lo emplee en visitar el enorme mercado de La Cancha, donde se puede encontrar absolutamente de todo. Es gigantesco, y me perdí varias veces por sus estrechas calles. Se pueden encontrar auténticas gangas. Creo que es un buen sitio para hacer compras, así que me puse a preguntar precios y a regatear.
Limpiabotas
Limpiabotas
También se pueden encontrar pasillos verdaderamente espeluznantes, especialmente uno en donde se venden artículos de hechicería, con fetos de llama disecados que dan bastante asco, ya no solo por el aspecto, sino por el asqueroso olor que desprenden. Creo que se utilizan en conjuros o creencias relaccionadas con la brujería, pero como no me apasiona especialmente este tema tampoco me he informado mucho.
Tradición en el mercado
Fetos de llama disecados en el mercado de La Cancha.
Después de casi un día en el mercado, di por terminada la compra de regalos y recuerdos. El día siguiente fui a correos a enviar un paquete a España con cosas que he ido comprando a lo largo de tres meses. No es mucho, porque intento evitar comprar por el tema del peso, pero a lo tonto me he quitado casi 4 kilos de la mochila, lo cual va a ser un alivio a partir de ahora.
Edificio de la plaza
El sábado amaneció lloviendo otra vez, así que fui al mercado a ver el ambiente, y me encontré con lo que no buscaba. Allí trabaja muchísima gente, y no solo me refiero a mercaderes, sino también a carteristas o chorizos perfectamente organizados en equipos. El sábado había muchísima gente, y era dificil moverse entre la multitud. Por suerte llevaba unos pantalones de montaña que tienen cremalleras en los bolsillos, y aún así intentaron robarme dos veces.

La primera me pillo de sorpresa, pues había pasado otro día en el mercado y no tuve ningún problema. El sabado había mucha gente y los ladrones quieren hacer su agosto aprovechando el caos. Un hombre chocó conmigo, y en los pocos segundos de confusión y de intentar seguir el camino, otro hombre me bajó la cremallera del bolsillo donde llevaba la cartera, hasta donde pudo, porque le solté un manotazo y salió disparado. Cuando quise reaccionar no le encontré por ningún sitio...
Vendedora de zumos
Vendedora de zumos.
Después de esto decidí ponerme la mochila delante. Ahí llevo la cámara y otras cosas de cierto valor, así que mejor asegurar que nadie meta la mano donde no debe. Aún así, a la media hora recibí un golpe en la cara con un cordón mojado. Todo estaba perfectamente preparado. Uno me daba el golpe, otro que iba detrás mío me hablaba amigablemente, diciendome que había sigo agua de lluvia que había caido un toldo, y en medio de esa conversación en la que estas distraido y confuso, un tercero se cruza y te guinda la cartera. Si te dejas, claro. Yo iba muy atento y volví a sentir la mano en el bolso, así que solté otro manotazo y me encaré con el hijo de puta. Le dije cuatros cosas, ninguna de ellas bonita, mientras él se iba disimulando como si le hubiera entrado algo en el ojo. Menudo listo.
Mujer en la calle
Miseria en las calles de Cochabamba
Tras estos dos sustos decidí irme del mercado, con una sensación extraña, impotente por no hacer nada, porque te quedas con ganas de tomarte la justicia por tu cuenta, pues la policia no va a hacer mucho. Pero mejor evitar problemas. Por otra parte me fui satisfecho, porque si, intentaron robarme dos veces, pero en ninguna de las dos lo consiguieron, así que toda la atención que pongo en ir seguro, al final merece la pena, aunque a veces resulta muy pesado y cansado ir concentrado todo el día en que no te roben.

Plaza 14 de Septiembre
Arcos de la Plaza 14 de Septiembre

El resto del día lo pasé tranquilo, evitando las multitudes. Por la tarde subí en funicular al mayor atractivo turístico de la ciudad: el Cristo de la Concordia, que se encuentra en lo alto de un cerro desde donde se observan unas geniales vistas de todo el valle de Cochabamba. La ciudad es enorme, me quedé muy sorprendido, se extiende durante muchos kilómetros, incluso por algunos cerros cercanos. Sabía que es la tercera ciudad más grande de Bolivia, pero aún así me sorprendieron sus proporciones.
Funicular
Funicular que sube al Cristo de la Concordia

Laguna Alalay
Vistas de una pequeña parte de la ciudad, donde se encuentra la Laguna Alalay

El domingo me lo he tomado de relax y calma también. He dado varios paseos por el centro, que hoy estaba muy tranquilo. He ido a informarme a la terminal para viajar mañana a Oruro, donde se celebran los carnavales más importantes de Bolivia. Hay buses a Oruro continuamente, así que el transporte no es un problema. Lo peor va a ser encontrar alojamiento, pero me voy a arriesgar a ir sin reserva. Creo que el ir solo es una ventaja para esto, así que mañana espero tener suerte.
Cristo de la Concordia
Cristo de la Concordia, durante un tiempo el más grande del mundo.
Cambiando de tema, el día 4 de Febrero se han cumplido 3 meses de viaje, y voy a preparar una entrada con algunos detalles de gastos y curiosidades del viaje, por si alguien necesita hacer un cálculo aproximado para viajar por Sudamérica. En unos días lo dejo por aquí.
Dragón dorado
Los buses de Cochabamba son así de chulos

1 comentario:

Anónimo dijo...

Diego, un abrazo y mucho ánimo desde Lanzarote

Yiyi, vane, arantxa y césar